Después del baile nos despedimos de los padrinos hasta el día siguiente.
Pero como es tradición la noche aún no había acabado, faltaban los ramos que había que colocar a la puerta de los padrinos.
Y a ello fuimos... un grupito numeroso...los más animados.
Dejandonos guiar por los que saben, encontramos los ramos más adecuados...
Bien colocados y seguros, frente a la puerta del padrino y de la madrina
La noche estaba fresquita, pero quisimos tener un recuerdo de la ocasión.
En eso estabamos, cuando nos sorprendió el padrino, que ya nos había hecho de las suyas a su puerta...con esta indumentaria...
Ya que estaba allí, frente a la casa de la madrina, fuimos a despertarla para que nos acompañara y mostrarle el ramo.
Y la despertamos con el alboroto, y no le quedó más remedio que acudir a la multitudinaria llamada. Nos reimos un rato con la broma de Emilio.
y así se dió por finalizada esta noche de "La Rosca"
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