Prudencia ha pedido que incorporemos esta información, para que demos a conocer la opiníon de este colectivo ecologista sobre la instalación de antenas de telefonía móvil.
La realidad es que la telefonía movil está cada vez más extendida, y son necesarias las antenas para su correcta cobertura en todas partes, también en Monumenta y Luelmo.
Transcribimos de manera literal el escrito.
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"Es un hecho incontestado desde hace decenios que las ondas electromagnéticas pueden provocar graves riesgos para la salud. Prueba de ello es que hace años que se regulan los niveles máximos de exposición, especialmente en el ámbito laboral. Los primeros afectados por enfermedades graves provocadas por las ondas electromagnéticas se han descrito entre los militares destinados en estaciones de radar o de telecomunicaciones, especialmente en Rusia, Alemania y EE.UU.
Actualmente nadie puede afirmar que las emisiones de las estaciones de telefonía móvil, y otros artilugios como las conexiones ADSL wi-fi o teléfonos inalámbricos tipo DECT, son inocuas para la salud. Los informes oficiales intentas ser tranquilizadores, pero todos acaban con la coletilla final de que es necesario seguir investigando, mientras las estaciones de telefonía siguen funcionando y la población está siendo utilizada como conejillos de indias.
La unión Europea para autorizar los niveles oficiales de exposición se basa en las recomendaciones del CENELEC (Comité Europeo de Normalización Electrónica), que, a su vez reproducen los antiguos niveles de referencia planteados por el ICNIRP (Instituto Internacional para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes); que se basan solamente en los efectos térmicos y no tienen en cuenta los efectos biofísicos y sus posibles riesgos para la salud.
Basándose en estos estudios desfasados las autoridades estatales, autonómicas y locales permiten unos niveles de expsoición entre 450 y 1.000 yW/c2.
Sin embargo, los cientificos más preocupados por este tipo de contaminación recomiendan unos límites de 0,1 yW/c2, es decir varios miles de veces por debajo de los límites permitidos. Y ello basándose en el principio de preocupación según el cual, antes de exponer a la población a un nuevo agente industrial, se debe demostrar la inocuidad del mismo, aún incluso sin tener demostrada la evidencia de su peligrosidad. coincide esta postura con las recomendaciones formuladas por la International Conference on Cell Tower Sitting, linking Science & Public Health de Salzburgo, Austria, 7-8 de mayo de 2000. Así mismo recordamos otros llamamientos internacionales como las declaraciones de Viena 1998, Roccaraso 2000, Alcalá de Henares 2002, Catania 2002, Friburgo 2002- hecha por cientos de profesionales de la medicina de aquel país- y, en el estado español, la Declaración de Alcalá de Henares.
Lo más grave aún es que en los últimos meses han aparecido estudios científicos que han constatado cientificamente un aumento significativo de la probabilidad de contraer cáncer para los vecinos que viven en un entorno entre 300 y 400 metros de una estación de telefonía móvil.
Nos referimos, por un lado, al estudio israelí de RONNI WOLF MD Y DANNY WOLF MD DEL "Dermatology Unit, Kaplan Medical Center, Rechovot" y del Sackler Faculty of Medicine", Tel-Aviv University, Tel_Aviv, ISRAEL y del "Pediatric Outpatient Clinic, Hasharon Region, Kupat Holim", ISRAEL,en el que se han cifrado en 4,15 más probabilidades de contraer cancer en un entorno de 350 m, alrededor de una estación de telefonía móvil. Por otro lado citamos el estudio Alemán Naila, titulado "The influence of Being Physically Near to a Cell Phone Transmision Mast on the Incidence of Cancer" y publicado en la revistaa Umwel-Medizin-Gesellschaft por Horst Eger, Klaus Uwe Hagen, Birgitt Lucas, Peter Vogel y Helmut Voit. En el se cifra en 3,29 más probabilidades de contraer cancer dentro del radio de acción de 400 metros alrededor de una estación base.
Conocidas son por todos las conclusiones del proyecto de investigación europeo REFLEX que llegó a la conclusión de que las radiaciones generadas por la telefonía móvil provocan roturas del ADN.
Por si fuera poco, la tercera generación de telefonóia móvil -UMTS- opera en frecuencias, del orden de 2,35 Ghz, muy próximos a los que utilizan los microondas para cocer el agua, por lo que sus riesgos, menos evaluados aún que la 2ª generación, GSM, no pueden si no ir en aumento.
Con independencia de la controversia científica que existe sobre la peligrosidad de emisiones de este tipo de instalaciones, un hecho constatado por numerosos colectivos de vecinos de numerosos puntos del estado y de otros paises, es el aumento significativo y sospechoso de casos de cáncer en las proximidades de determinadas estaciones de telefonóa móvil. En Inglaterra existe una calle popularmente llamada Cancer-street. Sospecha popular que curiosamente coincide con la advertencia que hacen varios centenares de médicos en ejercicio en Alemania -Llamamiento de Friburgo- que alertan sobre la relación que han constatado en sus consultas entre determinadas patologías cerebrales, tumorales, hematológicas, etc. y la aparación en el entorno de los afectados de una nueva fuente de ondas electromagnéticas."
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Pedimos que se cumplan las normativas vigentes, que garanticen la inocuidad de estas antenas para los habitantes de Monumenta y Luelmo.
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