Hace unos dias, nos dejó a los 98 años de edad, Isaias Bailador, "un vecino del pueblo de toda la vida".
Le hemos pedido a Rosalía, sobrina de Isaias, que nos contara como era:
"Fue un hombre que aunque eligió vivir solo, quizás por esta circunstancia se hizo más reservado, era cariñoso, sensible y de emoción fácil, especialmente cuando, tras la visita de la familia, llegaba el momento de la despedida.
Se sentía importante y orgulloso de haber podido ayudar en el cuidado de sus mayores.
Persona muy familiar, a pesar de la distancia, le gustaba charlar con los suyos, por teléfono o en las visitas, y recordar anécdotas de otro tiempo.
En su juventud, le gustaba tocar el tamboril y seguro que muchas personas bailaron a su ritmo.
Le gustaba vivir en el pueblo y cuidaba con especial esmero su viña.
Fue un hombre que vivió como quiso, y no había quien le hiciese cambiar de opinión.
Siempre tuvo cerca a la familia, que con su cariño siempre respetó y aceptó sus decisiones.
Disfrutó con la vida elegida y a su manera fue feliz".
¡Hasta siempre Isaias!